Christian muñoz Corral


Por: Anina Crespo

Elegancia y sobriedad

Con más de diecisiete años de trayectoria, Chris­tian Muñoz se ha convertido en un reconocido nombre a nivel local y nacional. La sutileza en sus trabajos y la especial atención a los detalles lo constituyen en uno de los mejores decorado­res y diseñadores de interiores del Ecuador.
Su pasión por el diseño y los elementos de­corativos viene desde la adolescencia, ase­gura que desde pequeño tenía facilidad para organizar espacios, jugar con colores, luces, sombras.

Realizó sus primeros estudios en su na­tal Cuenca, para luego estudiar diseño de interiores y técnicas decorativas en la Universidad de Santo Tomás en Estados Unidos y, posteriormente, en el Instituto de Artes de Roma – Italia.

Sus trabajos varían de acuerdo a las necesidades y de­manda del mercado: desde locales comerciales, hoteles y restaurantes hasta viviendas y decoración de eventos. Su estilo clásico predomina pero se fusiona con elementos modernos que hacen de los ambientes espacios acogedo­res, atemporales y en donde se evidencia su buen gusto.
“El buen gusto está en los pequeños detalles, para mí es algo que más que describirse, se siente, pero tiene que ver con la estética”, asegura.

Actualmente Christian ha formado su propia empresa y ofrece un servicio integral: acabados de construcción, de­coración, pintura, cortinas, adornos, tapizado de muebles, piezas de arte, etc. Trabaja con costureras, artesanos, al­bañiles y además tiene personal de planta que le permite abarcar varios proyectos al mismo tiempo.

Explica que el secreto para satisfacer a sus clientes es escucharlos, entenderlos, interpretar sus gustos y nece­sidades y a partir de allí cristalizar sus pensamientos y aspiraciones.

Busca fuentes de inspiración en sus viajes a distintos países y en los paisajes y la naturaleza del Ecuador.
Una de sus mayores aficiones es la colección de anti­güedades. Hace pocos meses realizó una exposición de sus cristales y opalinas en el museo Remigio Crespo Toral de la ciudad de Cuenca, con más de 500 piezas ex­hibidas y cientos de asistentes. Asimismo, decidió abrir un local comercial de antigüedades en el centro histó­rico de la ciudad. Todo esto como parte de su visión de negocio y de complemento al servicio que brinda.

A pesar de la competitividad que existe en el campo del diseño y la decoración debido a las propuestas de nue­vos profesionales de la rama, Christian asegura que la mejor publicidad ha sido su propio trabajo.

“La publicidad boca a boca, basada en la experiencia que los clientes han tenido conmigo ha sido mi mane­ra de trabajar durante todos estos años. Mi aspiración para el futuro es que la empresa continúe creciendo y que podamos seguir creando más espacios para em­bellecer a nuestra ciudad y país” concluye.


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