Casa Julián y Hotel del Parque: cultura, gastronomía e historia

porAndrea Lecaro05/01/2024

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Generar vínculos y potenciar las tradiciones en sociedades tan globalizadas e interconectadas cuesta cada día más. Bosquejar un espacio en donde se compartan sabores y la comida se convierta en un eje integrador, se vuelve necesario en ciudades tan grandes como Guayaquil.

Casa Julián es un restaurante que se encuentra ubicado en el Hotel del Parque, localizado a su vez, dentro del Parque Histórico de esta ciudad. Este enclave conmemora la historia, la conservación de los seres vivos y la riqueza cultural de la región costera ecuatoriana. Por lo que, la identidad del hotel está estrechamente ligada a su entorno tropical.

Para este centro hotelero existen dos pilares importantes, que evidencian su compromiso con prácticas responsables y sostenibles. Han implementado medidas que preservan el medio ambiente, a la par que permiten administrar de una manera más eficiente los recursos naturales y le apuestan al cuidado de la biodiversidad local.

Al alojarse en este hotel, que forma parte de la cadena de Hoteles Oro Verde, sus visitantes viven experiencias muy emotivas, que los transportan a escenarios históricos, mientras que disfrutan de la naturaleza al observar aves y contemplar embarcaciones por el río. En sus espacios se manifiesta una gran belleza arquitectónica, potenciada por diversas actividades como masajes y paseos, que promueven la relajación al igual que la renovación de energías.

Para esta edición conversamos con Daniel Villafuerte, el Gerente General del Hotel del Parque, quien nos comentó que en este lugar se valora enormemente la retroalimentación de sus huéspedes, considerándola crucial para determinar puntos de mejora. Además, buscan priorizar y ofrecer tanto un servicio de alta calidad como atención plena.

Casa Julián: legado culinario ecuatoriano

Daniel también nos indicó que ofrecen una experiencia culinaria única por medio de «Casa Julián» para sumergir a los visitantes en la cultura local, buscando generar una comprensión más profunda de la riqueza gastronómica regional.

En la cocina de este restaurante están muy conscientes de que el potencial y el legado de las tradiciones de la comida ecuatoriana se cimentan en los productos locales. Por lo que cuentan con iniciativas que brindan respaldo a los agricultores y productores locales, fortaleciendo así la economía del sector. Además, el hotel mantiene tradiciones costeras como el «té de la tarde» y la aromatización con palo santo de los alrededores.

También conversamos con Santigo Nieto, el chef ejecutivo de Casa Julián, quien nos comentó sobre cómo potencian los sabores de la cocina guayaquileña y los transforman en diferentes platillos de alta cocina con técnicas actuales. Nieto resalta que al ser Ecuador, un país altamente agrícola, se refleja gran parte de su gastronomía en esta vertiente.

Para él, cada plato puede ser un relato en sí mismo. Por ejemplo, su meloso de pato se inspira en el aguado tradicional de pollo o res. Para esto elaboraron una versión mejorada que incorpora arroz con pato confitado, manteniendo los sabores marcados del aguado original, que son resaltados por la proteína y la hierbabuena. Para enriquecerlo, añadieron hongos locales como champiñones, portobellos y hongos de pino andinos, que aportan matices campestres.

Para la creación del menú se llevó a cabo una investigación en conjunto con el objetivo de identificar los productos que representaban a Ecuador como país. Conscientes de la excelente calidad del cacao, el arroz, diversas frutas, el plátano y el camarón optaron por incluirlos y resaltarlos dentro de su propuesta gastronómica.

Su principal motivación es que los huéspedes disfruten de la estancia, especialmente en lo que respecta a la comida que sirven. Más allá de su visita, desean que comprendan la riqueza gastronómica que define al país y que está enraizada en diversas culturas que han dejado su legado.

Santiago considera que le gustaría que aquellos que prueban sus platos experimenten alegría y sorpresa. Él resalta que en su cocina utilizan cortes y productos poco convencionales que suelen pasar desapercibidos en los mercados.

Este chef cree firmemente que el desarrollo o ejercicio de esta profesión no se trata de una carrera de velocidad. A pesar de la presencia de programas como MasterChef, donde muchos aspiran a la fama televisiva o alcanzar el éxito rápidamente, enfatiza que se trata de resistir.

Sostiene que aquellos que perseveran y se mantienen firmes, finalmente alcanzarán sus objetivos. A la par, destaca que la comunidad gastronómica se relaciona más bien con un esfuerzo colectivo en el que todos se respaldan y se ayudan mutuamente. No desea particularmente ser visto como un representante insigne del gremio o una estrella de rock, sino que el país sea presentado en cada propuesta culinaria.

S: Han existido algunos puntos muy marcados en mi vida como chef, todo ha sido un reto muy grande. Soy un chef joven, lo que ha impresionado a varios chefs del medio. Más allá de poder ser creativo y promocionar el producto local, para mí ha sido muy importante poder liderar un equipo.

Hace poco se realizó una remodelación del restaurante y se tienen planeados diversos proyectos que mejorarán la experiencia y el ambiente en que reciben a los que visitan Casa Julián.

D: Recientemente hemos realizado una remodelación de nuestro restaurante que contempla un nuevo bar, una nueva sala privada y una ambientación totalmente moderna. En cuanto al hotel, es- tamos trabajando en nuevos proyectos que serán presentados oportunamente para la satisfacción de nuestros clientes.

En Casa Julián convergen los sabores auténticos y las tradiciones de la Costa ecuatoriana. Cada ingrediente es elegido con una sabiduría propia de cada hogar y su legado, al igual que se incorporan platos urbanos que se mantienen guardados en la memoria colectiva. En este espacio, se recrean escenarios y experiencias que traspasan lo cotidiano para generar recuerdos y emociones en los visitantes.