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Shany Nadan: La dama bohemia
En una visita a Bogotá, Colombia, nos encontramos con Shany Nadan, o reconocida como Manuelita Sáenz de la serie Bolívar en Netflix. Conversando con ella, nos permitió ver un lado del arte que no habíamos considerado antes: la magia de conectar.
Debido a la forma en la que ha sido proyectada, pareciera que la vida de la artista fuera una constante perfección, pero profundizando con ella logró abrirse y contarnos: “Gracias a la experiencia de actuar junto con grandes actores aprendí que el peor enemigo de un artista es el miedo. Una vez que estás parado ahí, no hay vuelta atrás y esa es la magia del teatro. El actor se lanza a un abismo en el que todo puede pasar. Eso es lo que lo vuelve un arte con tanta adrenalina, con tanta magia”.
En Ecuador nos sorprendió ver en la pantalla de Netflix a Shany, pero para ella, fue algo que venía proyectando desde antes de obtener el papel. Había vivido y entendido el poder de conectar con lo más profundo de ti y cómo el estar convencido de algo te permite cumplir lo que tanto sueñas:“A inicios del 2016 yo estaba trabajando en Colombia en una producción y escuché que Caracol Televisión tenía pensado hacer la vida de Bolívar, pero aún no era confirmado si la harían. Desde ese momento yo dije: “Yo soy Manuelita Sáenz”, incluso lo escribí en un papel y lo pegué en mi corcho para leerlo todos los días. Lo había decretado”.
La Dama bohemia nos contó que fue como una obra de magia: “Decidí hacerme fotos caracterizada como Manuelita, produje voluntariamente un video-casting y trabajé en el material para que mi manager se lo enseñe a Caracol Televisión, para la llamada del casting. Viajé a Bogotá para realizarlo junto con otras actrices, y me quedé positiva para el callback. Unas semanas después: confirmado, me convirtieron en la persona que le daría vida a la Libertadora del Libertador”.
“La actuación no solo es el arte de la transformación, es también el arte de la manifestación. A través de la actuación podemos manifestar y expresar sentimientos universales y colectivos con los que la audiencia se conecta. La actuación es el gesto máximo de empatía porque nos permite comprender las emociones de otros y conectar con las distintas emociones de un público.”
Razón por la que todos pudimos conectar tanto con Shany, como con Manuelita. Una artista dulce y genuina que nos logró contagiar las ganas de soñar.
Para seguir leyendo más sobre Shany, adquiere la versión física de la revista.